El síndrome de Diógenes es un trastorno de comportamiento en el que se caracteriza por el abandono personal y social en el propio hogar y la tendencia a acumular de manera descomunal todo tipo de objetos inservibles y basura. Esto, en consecuencia, no deja espacio para la higiene personal ni de la casa. Ante una situación como la pandemia por la Covid-19, en la que se deben extremar al máximo las medidas de prevención y de limpieza, este grupo de personas que sufren síndrome de Diógenes deben enfrentarse a un reto bastante costoso. En primer lugar porque, si un vecino se da cuenta de que una vivienda no para de acumular basura en su interior, deberá avisar a los servicios sociales, ya que esta acción puede suponer un problema grave para la salud pública, el propietario está exponiendo a su comunidad y se debe solventar cuanto antes. Por otro lado, se trata de personas que precisan ayuda y una atención especial, por lo que se considera que, en el caso de convivir o conocer a alguien que padezca este síndrome, se tenga paciencia y no se le trate de malas maneras. La tarea de limpieza debe ser extremadamente cautelosa, en tanto que conviene asegurar una labor preparada y coordinada por varias personas especialistas en este tipo de servicios, pues nunca se sabe lo que se puede encontrar. Así, los profesionales que se dediquen a tal labor deben ir bien equipados. Mantener la vivienda limpia es vital para los habitantes de la casa, ya no solo a nivel estético, sino porque reduce el riesgo que contraer enfermedades severas. Y, sobretodo, a generar un ambiente más armonioso en el hogar, lo que repercute de manera positiva en la salud del hogar. Conviene hacer énfasis en las zonas que más bacterias acumulan: los baños y las cocinas. La limpieza de polvo y el simple hecho de barrer el pasillo y las habitaciones previene el desarrollo de alergias. Este proceso puede contribuir a un notable ahorro de energía, ya que ayuda a valorar cuáles son los electrodomésticos que mayor energía consumen y cuáles contribuyen a la eficiencia energética que no solo puede ser rentable para el bolsillo de los cooperantes sino que, además, asegura un hogar limpio, ecológico y respetuoso con el medio ambiente. Sin duda alguna, otro de los factores que mayor fuerza cobra es la iluminación de la vivienda. Un inmueble despejado y libre de malas energías contribuye a que la casa atraiga mayor luz y paz. Y es aquí, en este punto, cuando el hogar esté libre de circuitos, cuando se pueda practicar una limpieza energética. ¿Cómo realizar un limpieza energética del hogar?Además de seguir estos pasos, es necesario que la casa esté en completo silencio:
⦁ Dirígete a la pared de la habitación más alejada de la casa que tenga una ventana y, desde allí, muévete en círculos en el sentido de las agujas del reloj. ⦁ Con una barra de incienso en el centro, mueve el humo de arriba a abajo, como si estuvieses pintando las paredes. Céntrate en las esquinas, que es donde mayor energía negativa se acumula. ⦁ Repite el proceso en todos los espacios de la casa siguiendo el mismo orden: desde la más alejada a la cercana del recibidor y empezando por la ventana. ⦁ Puedes andar mientras tocas algún tipo de instrumento relajante, como los cuencos tibetanos o la música clásica. La importante de una limpieza energética en el hogar es bien simple, ya que una vez que se realiza el cuerpo se siente más limpio y cómodo con el espacio. Los inquilinos respiran tranquilidad, un soplo de protección y un equilibrio de tranquilidad que custodia el hogar. Este ritual permite que el usuario conecte con la vivienda y sienta su energía, escuche sus necesidades y, sin duda alguna, contribuye a generar una mayor empatía. Los comentarios están cerrados.
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