El acaparamiento es un tipo de trastorno obsesivo compulsivo que obliga a las personas a acumular artículos y a unirse emocionalmente a ellos, independientemente de si tienen algún valor real o no. Por lo tanto, los acaparadores no solo tienen la necesidad compulsiva de adquirir constantemente más y más artículos, sino que también se niegan a desechar cualquier cosa por temor a perder algo importante, valioso o útil. Riesgos de la acumulación compulsiva Como resultado, las pilas de artículos acumulados se vuelven cada vez más grandes y comienzan a bloquear el espacio habitable en las casas de los acaparadores, impidiendo las actividades cotidianas como limpiar y cocinar, causando graves problemas sanitarios y peligros de seguridad. Sin embargo, las personas afectadas generalmente no ven el problema (o se niegan a reconocerlo) y no toman ninguna medida para mejorar la situación. El desorden extremo dificulta la capacidad de moverse libremente, compromete el uso previsto de las instalaciones y causa el crecimiento de moho, infestaciones de plagas, daños estructurales, riesgos de incendio, peligros de tropiezos y diversos problemas de salud (como enfermedades respiratorias e infecciones). También se sabe que puede causar estrés y ansiedad, drenar los niveles de energía, llevar a conflictos familiares y dificultades financieras, provocar depresión y retraimiento social, etc. La acumulación compulsiva se convierte en un problema médico grave cuando la vivienda cumple con las siguientes características: Condiciones sanitarias deficientes: la gran cantidad de artículos en las casas de los acaparadores hace que muchas de las actividades diarias esenciales, como limpiar, cocinar y bañarse, sean imposibles. La mala higiene personal y la falta de comidas saludables comprometen el sistema inmunológico del acaparador y lo hacen más susceptible a las enfermedades. Infestaciones de plagas: el hogar de un acumulador compulsivo es un refugio para plagas y parásitos: los materiales en descomposición son una excelente fuente de alimento para cucarachas, hormigas, ratas, moscas y otras criaturas, y las pilas de desperdicios proporcionan lugares ideales para el escondite y la cría. Una vez que encuentran su camino dentro del hogar de un acumulador, las plagas pueden esconderse dentro, debajo y entre los artículos acumulados, construir sus nidos, encontrar comida abundante y crecer en número, sin ser notados ni perturbados. Peligros de una casa en graves condiciones de acumulación
Aumento del riesgo de caídas: los acumuladores suelen tener sus cosas arrojadas al azar, por lo que todo tipo de artículos se encuentran dispersos por todo el lugar, lo que hace que sea muy fácil tropezar y caer. Esto puede resultar en fracturas de huesos, esguinces y heridas, etc. Colapso del desorden: las pilas de basura acumulada en las casas de los acaparadores pueden alcanzar proporciones monstruosas que con el tiempo se vuelven inestables a medida que los artículos crecen y comienzan a desintegrarse. Las pilas pueden caerse fácilmente, causando lesiones graves al acaparador o atrapándolo bajo los escombros. El fuego es uno de los principales peligros en el hogar de un acaparador, ya que la gran cantidad de elementos acumulados crea una carga de combustible anormalmente alta, lo que resulta en humo excesivo y condiciones de incendio. Los trastornos de acumulación generan situaciones complicadas y de desorden que pueden tener serias implicaciones para los afectados. La acumulación de elementos recolectados puede crecer lo suficiente como para dar lugar a alimañas, moho y bacterias perjudiciales, lo que contribuye a condiciones de vida insalubres. Si crees que tú o alguien cercano sufren un problema parecido, pide tu presupuesto de limpieza por Síndrome de Diógenes y consigue que la vivienda sea habitable nuevamente. Los comentarios están cerrados.
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