En los tiempos que corren la conocida frase de Abraham Linconl cobra más sentido que nunca. Él decía que "muy a menudo amamos las cosas y usamos a las personas" y aunque debería ser al revés, la frase no puede ser más verdad.
Con el ritmo de vida que tenemos hoy en día, trabajamos más tiempo del que pasamos con nuestra familia o conociendo la naturaleza y el planeta en el que vivimos, tenemos grandes vacíos emocionales a causa del estrés, las deudas y la falta de tiempo que causa soledad e intentamos llenarlos con objetos. Muchos años atrás ir de compras era una actividad relacionada a la necesidad: ropa, alimentos, lo básico y cuando sea estrictamente necesario. Sin embargo hoy, es parte del ocio y recreación, una salida terapéutica, una forma de desestresarnos o subirnos el autoestima. Esto, llegando al punto de que la dependencia de los objetos está estrechamente relacionada no a uno, sino a dos trastornos mentales.
El primero, es la oniomanía o compra compulsiva, es la persona que se endeuda con tal de tener las últimas tendencias y cada vez que está triste coge su tarjeta de crédito y difiere sus problemas transformándolos en bolsas de ropa, maquillaje, perfume o cualquier cosa que pueda encontrar en un centro comercial.
El otro trastorno consecuencia de esta dependencia a lo material es el Síndrome de Diógenes. Los acumuladores afectados por este síndrome llenan sus casa de una cantidad de trastos y objetos, incluso basura. La adicción llega al punto en que no queda espacio habitable en el hogar. Estas personas tienen un apego emocional hasta con la basura, no pueden dejar ir nada y esto no solo afecta su día a día sino su salud, pues la basura atrae plagas y bacterias. Lo difícil de tratar con estas enfermedades es que la gente no las reconoce como un trastorno sino que piensan que es una manía o mal hábito del afectado, creen que son personas sucias o desordenadas y no ven que hay diversas causas que generan este comportamiento que no depende enteramente de la persona que lo sufre. Por eso, lo primero que hay que hacer para resolver este problema es buscar ayuda profesional. Un psicólogo encontrará el tratamiento adecuado para cada persona. Luego en caso del Síndrome de Diógenes, lo ideal sería realizar una limpieza y desinfección a fondo. En Limpiezas Diógenes podemos ayudarte a que en 1 día la casa recupere el orden y brillo. Solicita online un presupuesto de limpiezas de Síndrome de Diógenes y comienza hoy el camino hacia la recuperación. Los comentarios están cerrados.
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