Pese a que no es algo que se pueda frenar de forma total, sí que hay una serie de pautas y hábitos que podemos tratar de seguir para evitar caer en una espiral de aislamiento y depresión que puede acabar desembocando en Síndrome de Diógenes: -Mantén la casa ordenada: procura no acostumbrarte al desorden y la suciedad. Configúrate una lista de tareas que te permita mantener la casa al día. -Relaciónate con tus allegados: No pases demasiado tiempo solo, llama, acude a visitar a tus familiares y evita las largas temporadas de soledad. -Mantén tu mente activa: lee, apúntate a cursos o realiza actividades de memoria que te mantengan activo. -No te encierres en casa -Deshazte de todo aquello que ya no usas. Si nos 'encariñamos' con objetos será muy complicado tirarlos después, es preferible ver una casa espaciosa que toda llena de trastos. Relaja la mente. -Comparte tus problemas: No te guardes tus miedos o preocupaciones para ti, compártelas con amigos y familia. Dejar dentro lo que nos preocupa es, metafóricamente, como llenar un lavabo con el tapón puesto. Se desborda. -Cuida tu higiene e imagen: mantén tu higiene personal al día y no abandones el hábito de arreglarte cuando debas salir de casa. Se trata de mantener un orden en el día a día, rutinas, distracciones, gente a nuestro alrededor, higiene, ocio. De esta manera nos colocaremos en el extremo opuesto de esa espiral de aislamiento de la que os hablábamos, que puede desembocar en un final fatal. Más: Síntomas del Síndrome de Diógenes Si tienes a un familiar que sufre el Síndrome de Diógenes y necesitas rehabilitar su vivienda, pide aquí tu presupuesto para limpieza en vivienda con síndrome de diógenes. Los comentarios están cerrados.
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