Comúnmente cuando hablamos de afectados por el Síndrome de Diógenes pensamos en viviendas imposibles de habitar y abarrotadas de trastos. Sin embargo, existen otros espacios en los que se pueden observar este tipo de tendencias acumulativas que aunque a simple vista no califiquen como trastorno, si no se identifican a tiempo pueden terminar muy mal.
Uno de estos espacios es la oficina, lugar donde pasamos gran parte del día y en ocasiones se convierte en nuestro segundo hogar. Si ponemos atención es probable que aquí también podamos ser testigos de conductas acumulativas y síndrome de diógenes.
¿Cómo identificarlo? Pues escritorios con montañas de papel, cajas y cajas de recibos, facturas, documentos antiguos, mails impresos o equipos electrónicos viejos son algunos de los indicios que nos pueden dar una pista. Si existe una obsesión por acumular absolutamente todo papel u objeto que pasa por la oficina “por si acaso” se necesite puede que estemos pasando de la burocracia extrema a la acumulación compulsiva. También puede pasar con documentos que guardamos con la intención de revisarlos luego pero el momento nunca llega y quedan ahí ocupando espacio.
Si son los jefes o mandos medios quienes presentan este tipo de conducta, es probable que el resto del equipo se vea obligado a replicarla, generando más caos y desorden.
Es cierto que las leyes exigen tener ciertos respaldos físicos para poder auditar la empresa, sin embargo suelen ser por un período determinado de tiempo y transcurrido este debemos deshacernos de ellos. Un escritorio limpio y una oficina ordenada influye en nuestro estado de ánimo y esto se ve reflejado en nuestro trabajo
Si lo que te hemos contado te suena mucho a tu lugar de trabajo nosotros podemos ayudarte. Consulta tu presupuesto de limpieza a fondo y servicio de limpiezas diógenes para recuperar la motivación al trabajar en un lugar cómodo y limpio.
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