Aunque normalmente una persona con Síndrome de Diógenes no suele clasificar los objetos que acumula ni tener una preferencia específica, se han visto casos que son la excepción en los que sí se muestra una tendencia y donde le paciente tiende a tener una debilidad por un tipo de objeto específico. ¿Es mejor o peor así? Pues depende de la situación y del nivel de acumulación que tenga la persona. Sin embargo, como ya lo sabemos, todo extremo es malo y los diferentes tipos de objetos traen también distintas consecuencias. Estos son algunos de los tipos de acumuladores que se pueden distinguir:
El acumulador de alimentos
Algunos lo hacen con la excusa de que habrá algun desastre natural en el que será necesario tener muchas latas de comida para sobrevivir, otros simplemente a causa de su enfermedad son incapaces de dejar ir las bolsas o restos de lo que consumen. Sea cual sea la razón, este tipo de acumulación no solo es un poco desagradable, sino que además puede ser peligrosa por la falta de salubridad y las bacterias que atrae a la vivienda.
Acumulador de animales
Esta derivación del Síndrome de Diógenes es llamada Síndrome de Noé. Consiste en que la persona tiende a rescatar animales de forma obsesiva y no es capaz de darse cuenta que su vivienda no está habilitada para tantas mascotas. Estas mascotas viven de forma insalubre, sus heces se encuentran por toda la casa y hasta se encuentran enfermas o desnutridas. El problema de este tipo de acumulación es que la gente puede verlo como un acto de bondad y no se da cuenta que en realidad el comportamiento es obsesivo y perjudicial no solo para ellos sino para los mismos animales que rescatan. Acumulador de conocimiento Libros, libros y más libros. Esta adición cruza los límites de lo "culto" y se convierte en un comportamiento compulsivo y perjudicial. Acumular libros que no se leen, libros repetidos, libros porque sí, incluso libros con información caducada. Cuando la biblioteca se toma espacios del hogar hay que empezar a preocuparse, ya que aparte de acumular mucho polvo, pueden ser un signo de que la persona sufre de Síndrome de Diógenes. El comprador compulsivo Esta es otra de las ramas del Síndrome de Diógenes también conocida como Oniomanía. Cuando ir de compras es una actividad terapéutica con la que el paciente pretende eliminar la depresión o malos ratos, se puede tornar un hábito peligroso y adictivo. Esto es mucho más común en las mujeres pero no significa que se de en ellas de forma exclusiva. Sea cual sea el tipo de acumulación, si se ha convertido en algo grave será necesario hacer una limpieza y restauración del hogar para que sea nuevamente habitable, además de un tratamiento psicológico adecuado para la persona que padece la enfermedad. En Limpiezas Diógenes somos tus aliados en este tipo de problemas y te ayudamos a que en un día la casa de la persona afectada vuelva a estar como antes para que pueda comenzar desde cero su recuperación. Solicita online un presupuesto de limpieza de Síndrome de Diógenes y nos contactaremos enseguida. Los comentarios están cerrados.
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